
jueves, 28 de febrero de 2013
Dice la leyenda que por cada muñeco de duende que tengas en tu casa se corporizaran siete reales.
Como no representan ningún peligro, puedes tener cuantos muñecos quieras. A lo sumo, tendrás que lidiar con sus travesuras, pero si les exiges que se porten bien respetuosamente, lo lograrás.
Además, para mantenerlos entretenidos, puedes poner una copa de cristal llena de monedas antiguas, pero no vayas a sacarles una moneda, porque ahora serán de ellos. En represalia, empezarán a esconder tus cosas. Verás que en el lugar donde éstas estaban, ahora los duendes han dejado un montoncito de piedras.
Les gusta mucho todo lo que hace música o brilla, como las geodas (piedras huecas), las campanitas o los palos de lluvia.
Si quieres pedirles un favor, como que cuiden tu casa o lugar de trabajo, ofréceles moneditas.
Dicen que ellos son nuestros amigos. A los duendes les encanta la miel, el pan con miel o azúcar, la leche y el vino tinto.
Si les dejas estos manjares junto a una planta es muy probable que lo que deseen es que contemos con ellos. Si alguien se enoja contigo, por ejemplo en la oficina, seguramente que los duendes se diviertan escondiendo lo que esa persona necesita para que usted se ría.
Aunque sean sólo espíritu, pueden mover objetos con su energía, pero no acostumbran hacerlo delante de las personas.

viernes, 22 de febrero de 2013
LA INVOCACION A LAS HADAS

jueves, 14 de febrero de 2013
EL HABITAT DE LOS DUENDES
No es fácil describir las preferencias de los duendes acerca de los lugares que eligen para vivir, dada la gran variedad de clanes y familias que existen entre ellos. Por ejemplo, no son infrecuentes los casos en que los duendes deciden adoptar a una familia humana y vivir en su casa, en cuyo caso resultan sumamente útiles y serviciales, mientras se los retribuya adecuadamente, aunque no son demasiado pretenciosos, y se conforman con un plato de crema o de leche y una hogaza de pan fresco cada noche.
Sin embargo, y a pesar de los muchos ejemplos de duendes domésticos, la mayoría de ellos prefiere vivir en lugares apartados, lejos de la gente, por lo general en pantanos inaccesibles, bosques impenetrables o cuevas y minas abandonadas, en especial donde existen yacimientos de metales preciosos o diamantes. No obstante, rara vez edifican una casa o choza, sino que adaptan sus necesidades al lugar elegido, que puede ser un nido de pájaro carpintero abandonado, una madriguera deshabitada o, simplemente, un confortable hueco suficientemente espacioso entre las raíces de un árbol añoso.
En general los duendes prefieren adaptarse a sus necesidades antes que ellos construirse una casa nueva. Si no se han vinculado a una vivienda humana, suelen elegir una madriguera o colmena abandonada, el hueco de un árbol o una cueva bien abrigada. Eso no solo les permite ahorrar tiempo que dedicar a ocupaciones más provechosas e interesantes, sino que necesitan tan pocos accesorios para camuflar sus moradas entre el paisaje circundante que puede hallarse uno a pocos pasos de una sin verla. A menudo instalan su vivienda en lo más profundo de matorrales espinosos, razón por la que no hay que tocarlos.
Sus lugares preferidos de encuentro son los círculos de setas (hongos) y se dice que si se pisa dentro de uno de ellos con un pie mientras los duendes se hallan reunidos invisiblemente allí, podrá verlos con claridad. Pero si pisa con los dos pies puede convertirse en su prisionero y tendrá que obedecer sus órdenes. Eso no acarrea un gran peligro, a menos que les haya ofendido gravemente; se limitaran a reírse a su costa. Pero es posible que más tarde recupere usted el sentido con la sensación de haber sido apaleado y magullado, sin la menor idea de lo que le ha sucedido o de cómo ha empleado su tiempo. En realidad, únicamente los duendes más pequeños instalan su morada en setas.
También es necesario aclarar que esta clase de criaturas puede permanecer unida a una familia durante siglos.

sábado, 9 de febrero de 2013
Hadas de Agua
Los espíritus del agua pueden ser hallados en lagos,
ríos, estanques, manantiales, pozos, fuentes,
cascadas, y el mar o sus orillas. Aman
especialmente las aguas móviles como las de
surgentes y cascadas, pero todo medio acuático
puede ser un buen hogar para estas Hadas. Siempre
se ha creído que detrás de la caída de agua de una
catarata o un salto, están las puertas secretas del
Mundo Mágico, Faeryland. Se las conoce bajo
nombres genéricos muy diferentes ya que lo son,
como las Sirenas, Nereidas, Náyades, ...pero no por
eso dejan de ser verdaderas hadas. Cada una de
estas clases está integrada por entidades femeninas
y masculinas, contrariamente a lo que se supone y
es popular. En el mar y las aguas en general, aparte
de las sirenas, viven una multitud de hadas
acuáticas, que pertenecen a este ambiente tanto
como los peces o las algas. Las hay de muchas
variedades, con distintas formas, colorido, y
temperamento. Las Nixies son una antigua raza de
bellísimas Hadas de los Ríos, originarias de
Inglaterra, con cuerpos blancos semi-translúcidos y
largo cabello verde, que rondan las corrientes
alrededor del mundo. Otras similares, como las
Fennetten de Alemania, las encantadoras Kallraden
de Suecia, las peligrosas Damas Bonga de India, y
muchas más, habitan en cada rincón del planeta
donde haya aunque más no sea un pequeño hilo de
agua en movimiento. La Glaistig, en Escocia, una
mujer con torso humano y el resto de su cuerpo de
cabra, y que por cierto es muy maligna y dañina,
vive en la oscuridad detrás de una catarata.
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