jueves, 10 de diciembre de 2009

LOS JUEGOS DE LAS HADAS



Si a las hadas les gusta divertirse, no podemos negar que no hay mayor diversión que los juegos, sobre todo si con quienes juegan es con los humanos. Les encantar gastar bromas, jugar al escondite, a los juegos de pelota, al ajedrez, les alegra contar cuentos, etc.

Entre sus bromas preferidas está la de perder a los humanos desorientándolos por el bosque, mientras se burlan desde su escondite viendo como los hombres dan vueltas una y otra vez por el mismo sitio. Otras veces juegan a asustarlos, le rozan apenas el brazo, o la pierna, o les tiran pellizquitos, y se ríen viendo los saltos y los sobresaltos que se llevan los mortales, o hacen ruidos por la noche para que los niños se asusten. Otras veces juegan con los hombres a las apariciones, se hacen visibles por un instante y luego desaparecen, desconcertándolos. Otras veces los hacen volverse locos cambiando las cosas de sitio, escondiéndolas, lo que explica que muchas veces no encontremos las llaves. Y así pasan felices el tiempo. En el bosque disfrutan más, porque el hombre se mueve peor en ese medio y se asusta con más facilidad. En el bosque podemos escuchar sus risas continuamente, confundidas con el rumor de hojas.


A las hadas aristocráticas les encanta el ajedrez, sobre todo si juegan contra un humano. Dicen que las más habilidosas en este juego son las Daoine Sidhe de Irlanda y las Sidh de Escocia. Pero no son limpias en el juego, porque es tal su superioridad frente a los humanos que les gusta retarlos a tres partidas, haciendo como que se dejan vencer en las dos primeras partidas, para que se confíen. Luego los convencen para hacer apuestas cada vez más ambiciosas, y en la tercera, cuando ya los tienen a su merced, se muestran implacables, ganando el premio que ellas eligen.


Cuenta una historia que el rey de una corte élfica estaba enamorado de Elena, una joven mortal terriblemente bella, pero había un inconveniente a este amor, la joven estaba casada. Durante un tiempo el rey la sedujo sin contemplaciones, hasta lograr convencerla. La muchacha esperaba el momento de poder escapar con su amante, olvidando los deberes contraídos con su marido. Una noche el rey élfico se presentó a las puertas de su casa:

-¿Qué quieres? - preguntó el marido al joven apuesto que golpeaba su puerta.

- He pensado que querrías jugar al ajedrez conmigo, me han dicho que no hay jugador mejor que tú en estas tierras.

Las falsas adulaciones convencieron al incauto marido, que permitió que aquel hombre entrara en su casa. Jugaron una primera partida y el rey se dejaba ganar. Viendo que la partida le era favorable a su adversario le propuso una apuesta, quien ganara le regalaba al otro cincuenta de sus mejores caballos, y así lo hicieron. Como era de esperar ganó el mortal, que se alegró de recibir cincuenta corceles de raza.

A la noche siguiente de nuevo dos golpes sonaron en la puerta, más rápido corría el infeliz soñando con otra victoria. Comenzó la partida. Primero iban igualados, pero cayó una torre que abría grandes expectativas al mortal.

- ¿Hagamos una apuesta? - dijo el rey, y el mortal no podía aguantar la risa creyendo en la ingenuidad de su rival.

- De acuerdo. Esta vez la apuesta la hago yo. Quien venza entregará a su adversario cincuenta de sus navíos.

- Me parece buena apuesta- dijo el rey élfico.

Esta vez trató de aguantar un poco más la partida, pero finalmente dejó caer el rey de sus piezas. Había ganado de nuevo el mortal.
Por tercera noche unos nudillos golpeaban la puerta.

- Esta noche vengo por mi revancha. Me he estado entrenando - dijo el rey élfico- quien venza esta noche elige su premio.

El hombre no podía caber en sí de gusto. Empieza la partida. Primero parecía que era clara la ventaja del marido, pero una celada inteligente le hizo perder toda ventaja. Caen nuevas piezas, un caballo, un álfil, otro peón. La partida continúa. Pero de pronto, ¡zas! no se lo creía el hombre, su reina caía en una trampa mortal que dejaba solo a su rey. El hombre sentía rabia de haberse dejado confundir de esa manera.

- Bien, has ganado, ¿cuál es tu premio?

- Quiero a la mujer que tienes por esposa.

Se acercó a ella, la rodeó con sus brazos y desapareció con ella.


El otro gran divertimento de las hadas son los cuentos, sobre todo los cuentos que hablan de ellas. En Peter Pan, la película de Disney, Campanilla y Peter Pan acudían cada noche a escuchar los cuentos de Wendy.

Algo que caracteriza a los cuentos de hadas son los obstáculos que tiene que superar el protagonista. En algunos relatos, este obstáculo suele ser tener que contar un cuento para que la hada o el elfo le ayude a encontrar lo que busca o le dé la respuesta para poder continuar su camino. En ocasiones un hombre vaga perdido de noche por el bosque hasta que llega a un palacio. Las puertas son inmensas, de hierro forjado negro. Un hombrecito pequeño se asoma a la puerta y le pregunta qué desea.

- Quiero un poco de comida y una cama de dormir, vengo muy cansado.

El hombrecito le mira a través de la puerta.

- ¿Sabes contar un cuento?

Y dependiendo de la respuesta continúa el relato. Si el humano asiente le abren la puerta con toda amabilidad, lo esperan todos sentados alrededor de la chimenea, esperando un cuento, y le dan la mejor comida y habitación de la casa. Si el hombre no sabe contarlo su suerte es terrible, lo expulsan del castillo y lo obligan a vagar por el bosque.

Tengo que decir que este segundo final no lo he leído en ningún cuento, porque sólo es una amenaza. Le dicen:

-Si sabes contar un cuento pasa y te lo pagamos con comida abundante, si no vuelve por donde has venido, que aquí no eres bien recibido.

Y el humano siempre acaba contando el cuento, ¿o es que ustedes no lo contarían?

FUENTE: elmundodelashadas

jueves, 26 de noviembre de 2009

DUENDES OSCUROS



Los duendes oscuros funcionan generalmente como la contraparte malvadas o siniestra de los duendes de la luz (o de los duendes planos) en muchas mitologías y reelaboraciones ficticias. Están a menudo en guerra con otros duendes.

En mitología de los nórdicos, Svartálfar (“Swartelves” o “duendes negros”) son considerados sinónimos de duergar (los “enanos”). Se trata de criaturas subterráneas que moran en el mundo de Svartálfheim.

Pueden ser criaturas benévolas o malévolas… En el Svartalfar original trabajaban en las fraguas, como herreros, bajo el árbol del mundo. Primero no eran considerados malvados, pero comenzaron a adquirir comportamientos siniestros a medida que su piel se oscurecía como resultado del trabajo en la fragua.

Los Dökkálfar (“Dark elves”) son espíritus ancestrales masculinos que protegen a los seres humanos, aunque también pueden resultar amenazadores cuando algún hombre se comporta de manera grosera con ellos. Prefieren evitar la luz del día, aunque no necesariamente habitan cuevas subterráneas.

El investigador Snorri Sturluson distingue el ljósálfar (elfo luminoso) del Álfheim, que en la mayoría de las fuentes bibliográficas es conocido simplemente como “duende”.

En la lengua irlandesa, el Daoi-Sith (o Daoine Sidhe) significa “duende oscuro”, mientras que el Du-Sith-Sith (o Erdluitle) significa “duende negro”.

Ambos términos son confusos; el último parece haber sido utilizado como nombre propio. Aparte de tratarse de una leyenda que implica a un tal sir Lachlan Mor M´Clean no existen referencias a estas criaturas en la mitología céltica, así que es imposible saber si eran duendes o si en realidad fueron trolls u otras criaturas bondadosas o malvadas.

Por último, ambos vocablos parecen estar relacionados con el Trowe y el Drow del folklore escocés, si es que no son sus precursores directos.

FUENTE: linkmesh

martes, 17 de noviembre de 2009

EL VESTUARIO DE LAS HADAS



En cuanto a cómo van vestidas o adornadas, puede haber tantas maneras como hadas. Es cierto que suelen ser muy coquetas, pero también se puede ser coqueta con total sencillez. El modo de vestir además de distinguirlas las define, es decir, según el tipo de ropa que llevan podemos intuir cómo son.

Algunas escogen para su adorno vaporosos vestidos o túnicas blancas, como las damas blancas, las anjanas o las hadas madrinas. No es casual que identificándose con el blanco, color de la pureza y la bondad, estas hadas sean benéficas y protectoras con el ser humano. Otras visten de verde. El color verde es el color de la naturaleza, de las hojas, lo que permite que se puedan confundir, mimetizar con el medio.


Si van de verde, confundiéndose con las hojas, sin duda son unas hadas traviesas y juguetonas, como las Damas Verdes, que se divierten burlándose de los humanos. Si recordamos a Campanilla, su traje verde nos confirma su forma de ser caprichosa y juguetona.



Algunos autores afirman que el traje verde nos avisa de que nos encontramos ante un hada agrupada, mientras que el rojo nos informa de que se trata de un hada solitaria. Yo no mantengo esta distinción, porque, ¿qué ocurre con aquellas que van de blanco, vestidas con pieles de animales, con ricos vestidos bordados de dorado o simplemente van desnudas? Se nos escapan tantas hadas que la simplificación rojo/verde no puede ser un punto de partida.


Y volviendo a los trajes, otras prefieren taparse con pieles de animales, como las Aguane. Las Aguane son guardianas de los bosques, protectoras de sus animalitos. Conocen el lenguaje animal, se visten como ellos y los protegen, ¿es o no casual que prefieran vestirse como ellos?


Las Rusalki, en cambio, prefieren ir simplemente desnudas o adornadas con hojas. La relación o identificación de las Rusalki con la naturaleza es muy grande, pueden incluso controlar la lluvia o el viento, y según esto ¿hay algo más natural que el propio cuerpo desnudo?

Otras prefieren el esplendor, la hermosura, los adornos, la riqueza. No nos confundimos al pensar en unas hadas aristocráticas. Entonces hablamos de joyas, lazos, adornos, tules, elegancia, velos y colores. Es la nobleza, marcando siempre la diferencia. Pero afirmar esto es tirar por tierra la frase “el hábito no hace al monje”, pero ¿acaso no son las hadas mucho más simples de pensamiento que nosotros?

¿Por qué extrañarnos de su simpleza al escoger la ropa de vestir?

martes, 10 de noviembre de 2009

BARRUGUET



Hoy los llamaríamos, de hacer caso a la parapsicología moderna,
"infestaciones" o "poltergeist" (espíritu turbulento, en alemán).

Estos duendes, pequeños diablillos enanos, nerviosos y a veces hasta
enloquecidos, disfrutaban haciendo rabiar y martirizando a las mujeres
de la casa. En principio, son invisibles, pero según versiones de
distintos autores, cuando se dejan ver tienen los brazos larguiruchos y
fuertes, barba de chivo hasta el pecho, enormes dientes y una voz ronca
y desagradable. Tienen también la cara alargada, el cabello corto y
afilado y pueden aparecerse, entre otras, en forma de cabra.

Es curioso que esta descripción coincida como ya cité antes con la del dios
púnico Bes, según las estatuillas y terracotas halladas en la isla. Ese
semidiós enano y lascivo de los cartagineses puede, perfectamente,
haberse hibridado con la presencia romana y algunas de sus historias
haber pasado a formar parte de la tradición oral.

Sea como fuere, a pesar de todas sus travesuras, en algunas ocasiones
podían ser benévolos y hasta colaborar con los humanos. Por ello, había
quienes intentaban "cazar" uno de ellos para "domesticarlo". No era
tarea fácil. Unicamente podía conseguirse entre la noche del Jueves y
Viernes Santo en el Pont de sa Taulera (carretera de Sant Joan).

Bajo los arcos del puente solían aparecerse, o existían ya, unos
montoncitos de arena muy fina, en forma de círculos concéntricos.
Clavando el índice en el centro exacto de uno de ellos, se tomaba un
puñado de arena que al instante se filtraba. Dentro de la mano, quedaba
una mosca sin alas que hacía unas cosquillas casi insoportables. Si el
osado cazador tenía temple y aguante suficientes y superaba esas
cosquillas, finalmente la mosca se convertía en un barruguet.

La principal misión de estos diminutos personajes es la de molestar y
fastidiar al prójimo. Especialmente durante la noche, cuando se dedican
a hacer desaparecer los objetos, cambiándolos de lugar, molestando a las
criadas y haciendo, en general, la vida imposible a los habitantes de la
casa, hasta el punto de obligarles a abandonarla. Aunque si lo hacen, no
es fácil que puedan librarse de él, pues les seguirá adonde vayan.
También se cree que tienen predilección por las mujeres, a la hora de
hacerlas objeto de sus diabluras, y llegan a provocar verrugas
(berrugues) en las manos de las hilanderas.

En el lenguaje familiar ibicenco, ha quedado la expresión "ets un
barruguet", referida a un niño travieso o que acostumbra a hacer de las
suyas, o ser muy inquieto y estar dotado de gran actividad.
La única forma de tranquilizar a estos duendes y de tenerlos bajo un
cierto dominio, es darles de comer pan con queso.

En Ibiza ciudad habitaban en las cuevas del Puig des Molins y también
en las murallas del Portal Nou. En el campo, dentro de pozos y
cisternas, bajo las tejas del techo de la casa, en agujeros de la pared,
detrás de la estufa...siempre en lugares recónditos, oscuros o de
difícil acceso.

En la tradición popular, las rondaies de Joan Castelló Guasch, los
escritos de Macabich y de Antoni Maria Alcover, las recopilaciones de
leyendas de Michel Ferrer Clapés, etcétera, encontramos numerosas y
divertidas historias de las jugarretas que los barruguets hacen a los
sufridos y, hasta un límite, pacientes ibicencos.

sábado, 31 de octubre de 2009

Las aficiones de las Hadas



Entre las aficiones de las hadas hay una común a todas ellas: su pasión por la música. Además de que les gusta, demuestran que tienen un gran talento, buen oído y una hermosísima voz. Ulises en la Odisea no tenía miedo de la belleza de las sirenas, sino de su voz, tan dulce y sugerente que les hechizaba, perdían toda conciencia y eran atraídos hacia ellas, provocando que chocaran los barcos y los marineros muriesen ahogados. Disney supo aprovechar bien esta afición de las hadas para crear una fantástica banda sonora para su “sirenita”.

Es tal su pasión por la buena música que se dice que alguna vez no han podido resistirse y han raptado a destacados gaiteros gallegos para que les acompañen en sus bailes. Con los gaiteros han llegado a un buen intercambio de conocimientos, ellos les llevaron su música, y ellas les enseñaron sus canciones.


La música les gusta en todas sus expresiones, disfrutan cantando, tocan el violín, la flauta, el arpa, la armónica, les encanta tocar los platillos y saltar a su son, se divierten bailando, ...


En cuanto al baile, la danza de las hadas es muy peculiar. Se reúnen en corro, formando un círculo, un círculo mágico, y a su alrededor saltan y bailan de modo alegre y despreocupado. Lo que no soportan es que alguien curiosee por allí cuando ellas bailan, por lo que puede ser peligroso para el ser humano que lo intenta, que siente una atracción que no puede controlar y que le lleva a unirse a ese círculo. El encanto de la música, la algarabía del ambiente, los pitos, saltos y cantos, acaban atrayéndolo a su interior, y si sucumbe y entra queda atrapado en su mundo.


Cuentan que las noches previas al cambio de estación, las hadas salen al exterior a divertirse con sus bailes y danzas, en el apogeo de sus poderes. La noche más propicia para encontrar un corro de hadas es la Noche de San Juan, su noche preferida. Si una noche, por el bosque, descubre muchas lucecitas a lo lejos que parece que saltan y una música desconocida, está usted asistiendo al baile de las hadas.

Además de la música y la danza, otra afición de las hadas son las cabalgatas.


Para las hadas cualquier día puede ser motivo de fiesta, aunque tres son las noches mágicas en que las leyes mortales quedan derogadas y las hadas salen a celebrarlo al exterior: la noche de San Juan, inicio del solsticio de verano; la noche de Beltane, víspera del Primero de Mayo; y el 31 de Octubre, víspera del Día de Todos los Santos.

En estas tres noches se sucede el siguiente rito.

Primero preparan sus cortejos mágicos, iniciando un magnífico desfile. Las hadas se ponen sus mejores galas, sus vestidos de rasos y tules. Les acompañan sus corceles, adornados con campanillas y borlas de colores, con el máximo colorido posible, y justo cuando llega la medianoche avanzan en procesión. El orden suele estar establecido, delante los reyes, con todos los honores, y detrás de ellos los siguen los principales caballeros a la orden del rey. Suenan las gaitas, los tambores. Primero un estandarte rojo y un grupo de caballeros, luego el estandarte verde y detrás los caballeros, más tarde el estandarte blanco y detrás más caballeros.

Cierra el desfile el resto de hadas y cortesanos. Unas avanzan a caballo, otras danzando y bailando a su alrededor. A estas procesiones se les conoce como “correrías de las hadas”.

Cuando termina el desfile se reúnen en círculos alrededor de la hierba y da comienzo el baile. Iluminan el lugar con la luz de las antorchas y al son de las gaitas cantan y danzan hasta el amanecer.

Todos saben, o al menos todos deberíamos saber, que en ninguna de estas noches se debe molestar a las hadas, porque si algún mortal, llevado por la curiosidad, atraviesa sus dominios, éstas se pueden mostrar crueles, hacerles sufrir y burlarse de ellos para castigar su osadía.


La noche de San Juan, noche mágica en todas las culturas, se celebra el 23 de Junio, noche anterior a la Epifanía de San Juan Bautista. Por toda Europa los campesinos celebraban esta noche encendiendo grandes hogueras, celebrando así la llegada del verano. Era una manera de exorcizar los malos espíritus para que las cosechas fueran favorables.

El fuego es uno de los cuatro elementos de la naturaleza y un elemento fundamental en los ritos, en cierta manera asociado a su contrario o complementario, el agua.

Ambos representan el final de algo y el principio de algo nuevo. Si el agua significa la purificación y el nacimiento, el fuego es la ruptura con lo anterior para empezar de cero construyendo algo nuevo. Cuando queremos olvidar algo malo no hay mejor manera que quemarlo, destruirlo, con la esperanza de que lo que venga será mejor. Por eso la noche de San Juan es una noche mágica, con las hogueras quemamos el pasado e iniciamos un ciclo nuevo, el verano, que esperamos sea próspero.


Otra noche mágica cargada de gran simbología en todas las culturas es la noche del 31 de octubre, o víspera de Todos los Santos Difuntos. El peligro de esta noche es que no sólo las hadas salen a celebrarlo, sino que también acuden los espíritus malignos, los espíritus de los muertos que no están en paz. Los mortales deben tomar mayores precauciones esa noche, porque pueden cruzarse con una procesión de almas difuntas que los llevarán con ellas.

Según parece el origen de la celebración de la noche de Halloween en Inglaterra está relacionado con las huestes, las hadas malignas. Los antiguos druidas creían que la noche anterior a lo que hoy es el Día de Todos los Santos Difuntos (el 1 de Noviembre), Samán, el señor de la muerte, convocaba a las huestes de los espíritus malignos y, para protegerse de ellos, los druidas encendían grandes hogueras. Para los celtas, los muertos bajaban esa noche a su antigua morada, la tierra.

La tradición de encender hogueras por estas fechas sobrevivió hasta épocas modernas. Con el paso del tiempo se añadieron nuevos ritos, utilizar calabazas huecas iluminadas por la luz de una vela en su interior, disfrazarse y pedir caramelos y chucherías por las calles, convirtiendo esta noche en una diversión. Por eso los disfraces más apropiados para esa noche son los de esqueleto, en referencia a los muertos, las brujas y otros personajes temidos, como Drácula. Es un modo de exorcizar los humanos a los malos espíritus.

Otra afición compartida por muchas hadas es la caza, aunque no es común a todas ellas, es la aristocracia féerica la que prefiere este deporte. Dicen que las hadas aristocráticas cazan venados acompañadas de perros blancos con orejas rojas. Aunque otras hadas también son conocidas por la caza, la temida Sluagh, que se divierte con un juego macabro, cazar almas montadas en caballos de ojos de fuego. Esto último suena a cuento, probablemente de hadas.

jueves, 22 de octubre de 2009

Sealkies, Hadas de Mar



El agua, sumamente vital para los seres humanos, posee propiedades importantes también en el mundo de las criaturas mágicas. El agua es un elemento que puede curar, porque limpia y purifica.

El elemento agua, aunque gobernado por las ondinas, es el habitat de muchas otras criaturas mágicas. La gran mayoría de ellas, de género femenino, son afines a los atardeceres, el otoño, la plata, el mercurio y la energía receptiva.

Por lo general, estos seres del agua son bellos y benévolos. Sin embargo, las que viven en lagos y mares suelen ser menos afables que las asociadas a ríos y arroyos.

Sealkies
Selkie es un vocablo de tradición celta que significa 'foca', por lo tanto, las sealkies también son conocidas como 'hadas focas'.

Según las leyendas, las sealkies habitan las costas de Escocia y pueden deshacerse de su piel de foca para transformarse en bellas mujeres: si un hombre encuentra su piel, la selkie se transformará inevitablemente en su esposa.

domingo, 11 de octubre de 2009

¿Cómo podemos invocar a los duendes?



Los duende odian los gritos, las amenazas, los golpes y las mentiras.

Podemos intentar atraerlos con música tranquila y en especial, música clásica en la que suene el sonido de una flauta.


Si quieres que te acompañen en tu vida, harás sonar música suave en la cocina.

Y olvídate del reloj. Los duendes no tiene prisa!


El mejor momento para comunicarte con ellos es durante el día, cuando el sol

esté en lo alto del horizonte.

Este ritual, sin duda,lo debes llevar a cabo en la cocina.


Para contactar con tus duendes, debes preparar un tarta con miel en lugar de azúcar

y agregar nueces o almendras.

Una vez cocida, la sacas del horno y dejas que se enfríe un poco.

Cortas una porción generosa,la colocas en un plato de barro cocido o loza, preferiblemente de color blanco.

Añades leche en una taza (no desnatada!); una maceta con una planta bonita (debe ser una planta sin espinas)

y pones una servilleta como mantel.

Como los duendes no se llevan bien con el fuego, no uses inciensos ni velas.

Una vez que tengas todo preparado,cerrarás los ojos y dirás:

"Yo (nombre y apellidos completos)

invoco a los duendes que viven en la cocina de mi casa y les doy la bienvenida

a mi hogar. Prometo que siempre compartiré la comida que prepare y, a cambio, les pido que bendigan mi casa y a mí mism@.

Qué siempre sobre el dinero y la abundancia en nuestra familia.

Invoco su gracia para todas las personas que aquí viven.

Y les agradezco lo que ya están haciendo por mí".


A partir de esta invocación, cada vez que cocines,separarás una pequeña porción

(es un simbolo) de lo cocinado y lo dejarás sobre la servilleta que hace de mantel

para los duendes,fuera de casa, en el lado exterior de la ventana.


Les encanta lo dulce con miel,crema, frutos secos pero no puedes ofrecerles carne

ni salsas porque no lo aceptarán.


A la mañana siguiente,cogerás esa pequeña porción,la envolverás en un papel blanco

y la echarás a la basura.


Si durante unos días no has podido cocinar,un montoncito de azúcar o alguna galleta

les hará felices.

Recuerda que es muy importate dejarles algo nuevo todos los días.

Renueva la servilleta porque son escrupulosos con la limpieza y cuida de la planta que les has regalado.


A los duendecillos les maravillan las cosas brillantes, tanto si tienen valor real como si no lo tienen a nivel económico.

Si en tu casa reina la prosperidad significa que los duendes están llevando

a cabo sus tareas y una buena idea es hacerles un regalo:

Un collar, una pulsera, piedras de colores,canicas, etc.serán muy apreciados por estos seres mágicos.

Puedes dejarlos junto a la maceta,en su servilleta o cerca de la ventana.

FUENTE: el blog campanilla08

sábado, 3 de octubre de 2009

Hadas de Fuentes y Bosques



Las hadas de las cuevas, llamadas “lamias”, inspiraron poemas de los escritores anglosajones John Keats y Robert Burton.

También tenemos las “hadas de las fuentes”, conocidas como “ninfas”. Según la mitología helénica, una ninfa es un espíritu femenino de la naturaleza, vinculado a un sitio geográfico en especial.

Habitualmente acompañaban a los dioses y eran el “blanco perfecto” de sátiros lascivos. Las ninfas personificaban labores creativas, tareas del intelecto. Su etimología, en griego, se traduce como “novia” y “velado”, es decir: alude a la mujer casada o en edad de contraer matrimonio.

Otro posible origen de la palabra se remonta al latín “nubere” y al alemán “Knospe”, cuyo significado connota la idea de “crecimiento”. De acuerdo con Hesiquio de Alejandría, “ninfa” quiere decir “capullo de rosa”.

Las ninfas habitan valles y zonas montañosas que poseen ríos o manantiales. A veces funcionan como séquito de dioses de mayor jerarquía como Dionisio, Artemisa, Hermes, Pan o Apolo.

Las hadas de los bosques son llamadas “dríades”. En griego, este vocablo significa “espíritu de los árboles”. Estas criaturas prosperan en la mitología helénica e hindú.

Desde que nacen, las dríades establecen un lazo con un árbol particular. Según la mitología celta, casi siempre se trata de robles (dado que el vocablo “drys”, en griego antiguo, significaba “roble”).

Antiguamente, los griegos creían que dentro de las bellotas vivían personas, mientras que las cariátides moraban siempre junto a un nogal. Las dríades, por su parte, fueron asociadas en el mundo helénico a árboles como las melíades o los fresnos.

Las dríades que habitan los árboles son llamadas “hamadríades” (por ejemplo, Atlantia).

Igual que las ninfas, estos seres podían disfrutar de una vida sumamente longeva. Sin embargo, cuando el árbol elegido moría, ellas compartían su mismo destino.

Es por esta razón que estas hadas-deidades infligían un duro castigo a los humanos que destruían los bosques sin antes ofrecer una hecatombe u ofrenda a las ninfas.

FUENTE: Marisa E./Linkmesh

domingo, 27 de septiembre de 2009

Duendes en el Perú



En la sierra del Perú se cree mucho en los duendes, seres pequeños, semidesnudos y con el vientre abultado que lo utilizan y lo hacen sonar como si fuera un tambor.

Existe una leyenda que dice así:

Era una mujer que vivía cerca de un río donde todos los días, luego que su esposo se iba a trabajar, llevaba la ropa para lavarla. Los duendes que generalmente viven cerca de brazos de agua, la vio y se enamoró de ella.

Esperando que el esposo se fuera a trabajar, el duende convertido en un apuesto galán se acercaba y enamoraba a la señora. Un buen día le propuso que se fuera con él, pero ella se opuso rotundamente. Acto seguido el duende saco un pañuelo de su bolsillo y lo agitó tres veces, el río se secó y en el fondo se vio una puerta, que era la entrada de la casa del duende; este a la fuerza se llevó a la mujer.
Pasaron los días y la mujer se moría de tristeza de no ver a su querido esposo, además la comida que ella preparaba para el duende no sabía a nada pues no había sal en la casa. Un buen día cuando el duende salió de la casa ella notó que se había olvidado el pañuelo, enseguida lo agitó 3 veces y el río se seco y la puerta se abrió, pudiendo asi ella escapar.

Al llegar a su casa encontró un hombre viejo que le conto que hacía años que su esposa había desaparecido, ella se identificó con el hombre que era su esposo -en la casa del duende el tiempo casi no había pasado, pero afuera si- era por eso que el esposo había envejecido y ella no.

Ella le contó todo lo sucedido e idearon un plan. Al atardecer se vio venir al duende siempre convertido en un apuesto galán, hacia la casa llamándola. En cuanto estuvo cerca de la casa; el esposo -que ya había adivinado que era un duende y estos no resisten la sal- le empezó a echar montones de sal encima, el duende explotó desapareciendo para siempre.

jueves, 17 de septiembre de 2009

VIDEO: musica de hadas

domingo, 13 de septiembre de 2009

TEORIAS ACERCA DE LOS ORIGENES DE LAS HADAS



LAS HADAS DESCIENDEN DE LOS ÁNGELES: para los Celtas que fueron los primeros pueblos que se instalaron en la Europa centro-meridional en torno al siglo V a.C., y para los eslavos, las hadas descienden de los ángeles rebeldes que, cuando fueron arrojadas del cielo, se refugiaron en el mar, en el aire, en los montes y ríos. Los irlandeses sostienen que Dios expulsó a estos ángeles caídos debido a su orgullo (el de los Ángeles)

TEORÍA SOBRE LA TRIBU NÓRDICA: Otra teoría defiende que las hadas descienden de una antigua tribu nórdica de la Edad de Bronce, que fue vencida y oprimida por los celtas y, tras ser derrotadas, se escondieron en colinas, montes, ríos y cuevas.
Algunas creencias populares todavía mantienen que estos seres son los más antiguos del planeta, una raza primitiva, que nació mucho antes de que se formaran las montañas o los mares. Cuando se crearon los montes, los árboles, los mares y los ríos, las hadas se refugiaron en la naturaleza, vieron cómo ésta crecía y en ella se quedaron. Posteriormente, ante el avance del ser humano, estos seres se ocultaron en cuevas y marismas.

LAS HADAS Y LOS MEGALITOS: Una teoría curiosa viene a relacionar las hadas con los megalitos. Según cuentan los bretones, los Korred, otros habitantes del mundo de las hadas, intervinieron en la construcción de los dólmenes angevinos. Los Korred, que tenían una enorme fuerza, acarrearon las enormes piedras a sus espaldas y luego las agruparon en círculos. Luego se escondieron en cuevas bajo esas piedras. En Francia, por ejemplo, entre los nombres con que denominan a los menhires y dólmenes aparecen Roca de las Hadas, Piedra de las Hadas, Gruta de las Hadas, dejando constancia del supuesto origen de los menhires. Dicen que si tocas una de estas rocas con un ramillete de Primulas podrás verlas. Las primulas son unas de las flores que se utilizan para invocar a las hadas. A veces culpan a las hadas del desprendimiento de piedras, pues según ellos las hadas las llevan en sus faldas y luego las arrojan, provocando el desprendimiento.

LAS HADAS Y LOS DIOSES:

Relacionada con el mundo de los dioses, otra teoría explica que las hadas en su origen fueron antiguas divinidades y héroes que se desvanecieron al instituirse los nuevos dioses. En relación con esta creencia en Irlanda se les trata como si fueran divinidades, ofreciéndoles dones para tenerlas favorables.

Una línea importante apunta que las hadas proceden de los muertos, aunque varía la procedencia del alma.

Para algunos las hadas son almas de los druidas que murieron. Los druidas eran los sacerdotes y los profetas de los antiguos celtas que habitaron la Galia y las islas británicas desde el siglo II a.C. hasta el II d. C. Los druidas estaban muy instruidos en temas como la astrología, la magia y las cualidades de plantas y animales. Según esta teoría, las hadas son las almas de los druidas, lo que explica su contacto y conocimiento de la
naturaleza. Se cuenta también que las Korrigan son nietas de las nueve sagradas druidas femeninas de la antigua Grecia.

ORIGEN EN LA ANTIGUA ROMA: Existe una teoría que sostiene que el origen de las hadas estaba en la
antigua Roma, donde tenían poderes proféticos, y cuando los romanos decidieron conquistar el resto de Europa las hadas decidieron acompañarlos. A medida que ellos se iban instalando en los distintos pueblos europeos, ellas iban con ellos, y de aquí la coincidencia etimológica entre los distintos pueblos. Algunas teorías sostienen que las hadas no pasaron a Grecia porque ya estaban allí instaladas las dríades y las ninfas, es decir, ya tenían sus propias hadas.

LAS HADAS Y LA MUERTE:
Otros pueblos coinciden en relacionar las hadas con la muerte, pero en este caso defienden que las hadas son las almas de los niños muertos que no habían recibido el bautismo. En Cornualles dicen que las almas de estos niños no bautizados se llamaban Piskies y aparecían en el crepúsculo en forma de pequeñas mariposas blancas. Para otros son las almas de los muertos paganos que murieron antes del Cristianismo.

Estas son solo teorías recopiladas de libros y de lo que nos contaron nuestras abuelas, lo importante es que mientras haya un niño o un adulto que conserve en un rincón de su ser la fantasía de la niñez ellas seguirán entre nosotros.

viernes, 4 de septiembre de 2009

DUENDES ALEMANES



En el folclore alemán existía la creencia de que los duendes eran aquellos bromistas dañinos que podían causar enfermedades a los ganados y a la gente, además de provocar pesadillas a los durmientes. La palabra alemana para un “mal sueño” es “Albtraum”, que significa “sueño del duende”.

Por otra parte, la forma arcaica Albdruck quiere decir la “presión del duende”. Por aquel entonces se creía que las pesadillas eran la consecuencia de que una de esas criaturas se sentara sobre la cabeza del durmiente. Este aspecto de la creencia alemana en los duendes corresponde en gran parte a la superstición escandinava sobre el “mara”.Es también similar a las leyendas relacionadas con los demonios incubus y sucubus.

En otras historias, el rey duende aparece de tanto en tanto rodeado de su séquito de elfos. Por lo general, se presenta entre las mujeres de Dinamarca y de Suecia. En la gran epopeya alemana de la Edad Media -el Nibelungenlied- un enano llamado Alberich juega un papel importante. “Alberich” se traduce literalmente como “duende soberano”, que más tarde evolucionará hasta significar “duende-enano”. Esta modificación ya se observa en las tempranas Eddas.

Vía el Alberon francés, el mismo nombre se ha incorporado al inglés como Oberon, rey de duendes y hadas en la comedia dramática “Sueño de una noche de verano”, de William Shakespeare.

La leyenda de Der Erlkönig parece haberse originado en épocas bastante recientes en Dinamarca. Göethe basó su poema en “Erlkönigs Tochter” (la “hija de Erlkönig”), un trabajo danés traducido al alemán por Johann Gottfried Herder.

La naturaleza del Erlkönig ha sido tema de debate. El nombre se traduce literalmente del alemán como “rey Alder” mucho mejor que su traducción inglesa más habitual: el “rey duende”. En el alemán pasó a convertirse en Elfenkönig. Por otra parte, se ha sugerido a menudo que Erlkönig es una mala traducción del Elverkonge del danés original o del elverkonge, que significan “rey duende”.

De acuerdo con el folklore alemán y danés, el Erlkönig es retratado como un presagio de la muerte, como el hada maligna de la mitología irlandesa.

El Erlkönig se aparecerá solamente a la persona desfalleciente, ya en su lecho de muerte. Su forma y expresión también explicará a la persona qué clase de muerte tendrá: una expresión dolida significa una muerte dolorosa, expresiones pacíficas significan una muerte pacífica.
Este aspecto de la leyenda fue inmortalizado por Göethe en su poema Der Erlkönig, que fue más tarde musicalizado por el compositor clásico Franz Schubert.

En el cuento de hadas de los hermanos Grimm, Der Schuhmacher und die Heinzelmännchen, un grupo de pequeñas criaturas desnudas llamadas Heinzelmännchen ayudan a un zapatero a realizar su trabajo.

Cuando él recompensa su labor con pequeñas vestimentas, quedan tan encantados con su regalo que corren muy lejos y nunca se los vuelve a ver otra vez.

Aunque los Heinzelmännchen están relacionados con seres parecidos a los kobolds y enanos, el cuento se ha traducido al inglés como El zapatero y los duendes (probablemente debido a la semejanza de los Henzelmannchen con los Brownies escoceses). Se retoma la historia en la serie novelística Harry Potter, de J.K. Rowling.

jueves, 27 de agosto de 2009

MAB, LA REINA DE LAS HADAS



En el folklore inglés, la Reina Mab es un hada. Fue memorablemente descrita en un discurso en Romeo y Julieta, en la cual ella es una criatura en miniatura que conduce su carro a través de las caras de personas durmientes y les obliga a soñar y a cumplir sus deseos.

También es la reina de la magia y la hechicería (señora del lado oscuro). Enseñó a Merlín todo sobre la magia. Trató de apoderarse de la edad media, pero cuando Merlín y el pueblo se decidieron a no tomarla en cuenta ella y su magia desaparecieron.

En Romeo y Julieta, Mercucio define así a la Reina Mab:

Habla Mercucio:

Ya veo que te ha visitado la reina Mab,
la partera de las hadas. Su cuerpo
es tan menudo cual piedra de ágata
en el anillo de un regidor.
Sobre la nariz de los durmientes
seres diminutos tiran de su carro,
que es una cáscara vacía de avellana
y está hecho por la ardilla carpintera o la oruga
(de antiguo carroceras de las hadas).
Patas de araña zanquilarga son los radios,
alas de saltamontes la capota;
los tirantes, de la más fina telaraña;
la collera, de reflejos lunares sobre el agua;
la fusta, de hueso de grillo; la tralla, de hebra;
el cochero, un mosquito vestido de gris,
menos de la mitad que un gusanito
sacado del dedo holgazán de una muchacha.
Y con tal pompa recorre en la noche
cerebros de amantes, y les hace soñar el amor;
rodillas de cortesanos, y les hace soñar reverencias;
dedos de abogados, y les hace soñar honorarios;
labios de damas, y les hace soñar besos,
labios que suele ulcerar la colérica Mab,
pues su aliento está mancillado por los dulces.
A veces galopa sobre la nariz de un cortesano
y le hace soñar que huele alguna recompensa;
y a veces acude con un rabo de cerdo por diezmo
y cosquillea en la nariz al cura dormido,
que entonces sueña con otra parroquia.
A veces marcha sobre el cuello de un soldado
y le hace soñar con degüellos de extranjeros,
brechas, emboscadas, espadas españolas,
tragos de a litro; y entonces le tamborilea
en el oído, lo que le asusta y despierta;
y él, sobresaltado, entona oraciones
y vuelve a dormirse. Esta es la misma Mab
que de noche les trenza la crin a los caballos,
y a las desgreñadas les emplasta mechones de pelo,
que, desenredados, traen desgracias.
Es la bruja que, cuando las mozas yacen boca arriba,
las oprime y les enseña a concebir.

viernes, 21 de agosto de 2009

La leyenda de los Duendes en Veracruz




Dicen que el primer duende fue un angelito que vivía feliz en el cielo haciendo travesuras. Un día que la Virgen salió a pasear por las nubes, el angelito se sentó en el trono de Dios Padre, a pesar de que se lo habían prohibido.

Cuando la Virgen regresó, lo encontró ahí risa y risa, y lo acusó con Dios Padre; éste lo castigó quitándole las alas y mandándolo a la Tierra. Sin intimidarse ante el castigo, el duende se dedicó a hacerles travesuras a los hombres.

Aquí los duendes se multiplicaron, hasta que los hubo de todos los colores, unos hombres y otros mujeres; pero casi siempre se visten de verde, pues eso les facilita esconderse entre las plantas. Hay un duende al que llaman el Sombrerón, porque siempre anda con un gran sombrero de alas muy anchas que casi le tapa los ojos.

A veces los duendes juegan a volverse invisibles. Viven en cuevas cercanas a donde hay agua, entre barrancas y despeñaderos. Son los señores del monte y los dueños de los árboles, las plantas y los tesoros escondidos.

Todos los animales que corren sobre la tierra, que vuelan por los aires y que nadan en los arroyos son de los duendes. Por eso éstos roban sus perros a los cazadores: para que no dañen las plantas ni maten a los animales.

A los perros los vuelven mansos dándoles bien de comer, para que no persigan a los conejos, a los armadillos o a los venados, que son los animales preferidos de los duendes.

Les gusta mucho jugar con los niños. Cuando algún chiquillo les llama la atención, se le aparecen y comienzan a ganarse su confianza ofreciéndole dulces, frutas y regalos nunca vistos. Poco a poco lo atraen a lugares donde hay agua; allí lo sumergen y luego se lo llevan a sus cuevas que están más allá del agua.

Las cuevas son mágicas, sin puertas ni ventanas. No tienen por donde entrar ni por donde salir; sin embargo, no dan miedo porque el tiempo no pasa y los días son lo mismo que las noches.




Además, siempre hay una mesa con comida sabrosa y calientita, y una hamaca donde acostarse a descansar y a dormir. El duende no hace daño alguno, ni siquiera se aparece, y sólo él decide si un niño vuelve con sus padres o se queda con él para siempre.

En las noches, se meten en la cocina a tirar los trastos o se suben al tapanco de la casa a brincotear asustando a toda la familia.

En Veracruz existen unos duendes a los que se llama chaneques; andan siempre cerca de los arroyos y riachuelos brincando y bañándose encueraditos.

Cuando algún campesino los encuentra, gritan y brincotean para asustarlo; el pobre hombre se enferma del susto, le pegan calenturas y pierde las ganas de comer. Para que sane, un curandero tiene que limpiarlo con sahumerios de copal y con cantos.

A pesar de ser tan traviesos, los duendes también acostumbran ayudar a los que se vuelven sus amigos. Los que quieren sus favores hacen un pacto con ellos: van a lo más apartado del monte a llevarles regalos, como elotes, agua, carne... y les rezan la oración del encantado. Algún duende les contesta que está de acuerdo echando tres chifliditos; o responde mandándoles venados y dejando que encuetren los tesoros de las cuevas.

A los duendes se les puede rezar a las siete de la noche, los domingos, los lunes y los martes, pero sin que nadie lo sepa.

fuente: Texto: Ma. Teresa de Ma. y Campos

jueves, 13 de agosto de 2009

EL REINO DE LAS HADAS



Mucha gente se pregunta, ¿donde está el Reino de las Hadas?.

La respuesta es simple: en todas partes, detrás de una montaña, debajo de un lago o en el fondo de un valle. Esto es porque aun de tener un lugar geográfico en concreto, tienen el poder de cambiar o mudar de lugar a su antojo.

Unos dicen que el mundo aun existiendo, jamas podra ser visto por los hombres, pues este se encuentra en un plano o dimensión superior en la que vivimos. En lo que todas las gentes comentan y coinciden es que el lugar, sea cual sea el sitio viven en un inmenso castillo dorado, cubierto de oro, y es tan grande el destello que produce, que puede ser divisado desde muy lejos.

Al igual que los duendes, las Hadas tambien se rigen por una normas que son obedecidas por todas ellas y estan jerarquizadas, habiendo las que tienen mas mando que otras. Estas no viven solas, sino que tambien estan haciendoles compañia unos duendecillos tan avispados como ellas forman este Reino mágico.

Existen las excepciones, que son aquellas hadas solitarias que prefieren habitar en los bosques o páramos grandes con abundante vegetación y sobre todo lo que no puede faltar son las flores, su mayor obsesión.

Sin embargo,ha habido épocas en que se ha creído que el país de las hadas
era un lugar geográfico concreto, aunque incluso este mismo ha tendido a mudar de sitio.

Por ejemplo, los galeses pensaban que se hallaba al norte de sus tierras montañosas y,después, en la parte peninsular oeste,misteriosa y rocosa, de Pembrokeshire.

Más adelante, se translada a una isla situada en el canal Irlandés, frente a las costas de Pemborkeshire.

Alguna vez la vieron los marinos,y hasta desembarcaron en ella,pero luego desapareció de un modo desconcertante.

No obstante, se dice que sus imaginarios habitantes. frecuentaban los mercados de Laugharne y Milkford Haven.

Los irlandeses llamaban Hy Breasail a la isla fantasma y, según ellos, se ubicaba al oeste.

Los habitantes decían que la isla feérica era la isla de Man.Problamente,la isla más famosa entre las islas imaginarias es Avalon.

Al legendario rey Arturo, a quien el poeta Lydgate del siglo XV describe como un
rey coronado en el país de las Hadas, lo trasladaron allí mortalmente herido
para que lo asistieran cuatro hadas reinas.

Se cree que Arturo yace aún con sus caballeros,en el corazón de un colina mágica, en un profundo sueño del que despertará cuando se le necesite para regir esa tierra.

Los habitantes del país de las hadas

Pueden dividirse en varias especies distintas,según su hogar natural.


Además de las Hadas solitarias, hay muchas elfinas de tipo rural que habitan en los bosques(a veces, más concretamente, adoptan a un árbol de tal modo que el hada
y el árbol vienen a ser más o menos sinónimos), en las colinas y en las cuevas montañosas.

Las hay que viven en islas míticas o en países que yacen debajo de los océanos
y existen también las hadas acuáticas que habitan en los mares, los lagos y los ríos.

jueves, 30 de julio de 2009

EL HADA TRISTE



Erase una vez, un hada triste, vivía en el mundo de los hielos eternos,
y no le gustaba, sabia que existieron lugares donde el sol brillaba cada
día y donde las flores tenían todos los colores del arco iris.

Su corazón añoraba esas cosas, aunque no las había visto nunca.
Añoraba el calor y el color, añoraba sentir la yerba bajo sus pies
descalzos y añoraba el vuelo brillante de las mariposas.

Se sentía tan infeliz que no podía pensar en otra cosa y ni siquiera
salia a ver sus dominios.

Una noche en el que el hada aún no dormía, un resplandor especial
aparecen en el cielo. Al principio era solo una pequeña mancha
luminosa, que creció y creció y bien pronto todo el espacio se lleno
de color, verdes, violetas, azules, amarillos y rojos se entremezclaban
armoniosamente, y su luz arrancaba destellos del suelo helado como
un espejo, y el hada miro al cielo y vio estrellas fugaces y luceros
ardiendo, estelas de cometas y nubes transparentes.


Por primera vez en mucho tiempo, el hada se sintió feliz, y entendió
que aquel era su lugar; que cada rincón del mundo contiene
sorpresas maravillosas, y que le gustaba la aurora boreal y el cielo
estrellado de su país de hielo.

Comprendío que muchas hadas jamas serán todo eso como ella
no vería las flores, pero ya no le importaba. Ahora sabia que las
estrellas fugaces son mariposas celestes y que los cometas se llevan
muy lejos las añoranzas de las hadas tristes.

sábado, 25 de julio de 2009

CHANEQUES



Los Chaneques eran considerados dioses en la Mitología Mexicana, llamados “Ohuican Chaneque”, por la cultura Azteca, cuya traducción sería "los que habitan en lugares peligrosos", describiéndose como criaturas legendarias o seres elementales guardianes de la naturaleza, al igual que los duendes europeos pero con otras características.

Son seres míticos que forman parte de la cultura mesoamericana, los mayas de Yucatán los llamaban “aluxob” con datos que se remontan a el siglo IX, existen distintas leyendas y creencias sobre ellos, describiéndose como seres de un metro de altura, vistos por muchos como niños traviesos con cara de viejos y sus pies al revés, que juegan con los intrusos que llegan a los lugares donde ellos habitan, utilizando sus capacidades mágicas.

Una de estas capacidades es hacer que la gente se extravíe por días sin saber donde ha estado y que supuestamente fueron adoptados por ellos en ese tiempo en su mundo subterráneo donde habitan, cuya supuesta entrada es un árbol seco llamado Capoc.

Así como también se les atribuía la capacidad de apoderarse del espíritu de las personas, que solo podían recuperar a través de un ritual, algo que si no hacían podían llegar a enfermar y morir.

Se encuentran muy arraigados en la cultura Mexicana aun en la actualidad, ya que popularmente se dice que si las cosas desaparecen, fueron ellos y si uno debe internarse en el bosque debe utilizar la ropa a revés para evitar que los Chaneques se los lleven.

En lugares como Huetamo (Michoacán), Oaxaca y otros, son muy comunes las historias y la experiencias de sus habitantes hoy día con éstos seres que forman parte de su cultura y cuyo nombre se hace presente en comercios y productos, relacionándolos con la diversión generalmente.

sábado, 18 de julio de 2009

HOROSCOPO DE LAS HADAS: LEO



El amor hace que el mundo dé vueltas para estos leones. El Hada que los rige se llama XINAUH, ella es muy potente que emite vibraciones de fuerza, para lograr que la fuerza humana engrandezca nuestro poder. El amor es una experiencia mitológica par ellos, algo que debe ser dramatizado a su máxima expresión. Ellos aman estar enamorados y les gusta hacer el papel de amante. Y si tú eres el afortunado, será como algo que nunca has experimentado antes.

Leo es el signo mágicamente teatral, romántico y generoso, que será capaz de mostrarte su amor a través de regalos prodigiosos. No serán presentes ordinarios, serán caros, exóticos y difíciles de obtener. Muchas veces serán cosas que tienen que ser lucidas para que alguien más las pueda admirar. Pero eso sí, debes mostrar todo tu agradecimiento. Leo es mejor dando que recibiendo.

El amor para ellos, es intercambio, compañerismo, un encuentro de dos personas diferentes. Es un acto creativo en el que ellos mismos son el sol o el centro. Algunas veces se confunden al principio, los leones se enamoran del simple hecho de estar enamorados y también de la imagen de la persona amada. Tú te sentirás como si es-tuvieses fuera de ese escenario. Si te seduce la idea de vivir en un cuento de hadas, esto es lo tuyo.

Apartando los otros detalles, los leones son los amantes ideales, ellos te harán sentir como si esa fuese la primera vez en tu vida que te aman, te sentirás especial. Su naturaleza es ser totalmente leal, es una persona constante y ve el amor como algo que debe perdurar. Sin embargo, quiere algo en retorno por toda esa fidelidad y será tu lealtad. El engaño no entra en sus parámetros, simplemente no cree en eso.

Además de la lealtad y fidelidad, espera, nada más y nada menos, ser tratado como un rey o una reina; mas a veces olvida que si es tratado como un soberano, la otra parte también espera el mismo trato real en retorno.

Otro punto a su favor es que es protector y preocupado, es capaz de hacer cualquier sacrificio por el objeto de su amor. Cuando se necesita un gran gesto, allí aparece el Leo. El Hada te dice que su amor legendario y exuberante te llevará a vivir un amor de mitología, un amor que te hará creer que realmente, en algún lugar, existen esos cuentos de hadas. Estrellas de color naranjas para ti.

miércoles, 8 de julio de 2009

LOS GNOMOS



Un gnomo es una criatura legendaria, caracterizada por su tamaño diminuto, por utilizar sombreros cónicos y por su forma de vida subterránea. Según el alquimista Paracelso, los gnomos son los espíritus elementales más importantes de la tierra.

En otras tradiciones son llamados goblins simplemente por ser pequeños, deformes y dañinos. Se cree que tienen poderes mágicos que pueden provocar sensaciones de tristeza o sentimientos de felicidad en las personas.

El gnomo es un derivado de la palabra “gnomos”, que evolucionó del latín “nuevo” y del griego “gnosis”, cuyo significando es “conocimiento”. Según algunos mitos, los gnomos reunieron conocimientos secretos junto a sus tesoros.

En los cuentos de hadas germánicos -incluyendo los relatos de los hermanos Grima- los gnomos son retratados como viejos de tez arrugada que conservan fortunas enterradas y viven bajo tierra.

Por eso, los banqueros suizos a veces son llamados “los Gnomos de Zurich”. Estas criaturas provienen de diversas leyendas populares de Europa Central, del Norte y del Este. A veces reciben otros nombres: kaukis (así se llaman los gnomos prusianos) o barbegazis, criaturas similares a los gnomos pero de grandes pies. Estos últimos aparecen en las antiguas tradiciones de Francia y de Suiza.

En otras culturas se los llama tengu, que son gnomos con alas. También se los confunde a veces con otras criaturas míticas como goblins y enanos.

Si bien los gnomos casi nunca aparecen como protagonistas de historias fantásticas, en el folklore germánico, Rübezahl es el amo del mundo terrenal: su aspecto se parece al de un gnomo de la montaña. En algunas tradiciones se lo llama “El rey Gob”.

Rudolf Steiner y otros filósofos anteriores ofrecieron conferencias donde analizaron la figura del gnomo y su útil función en el desarrollo de la vida de las plantas.

Las fuentes modernas representan a menudo a los gnomos como valientes seres diminutos que usan típicos sombreros rojos, cónicos. Sus vestimentas son azules, rojas o verdes. Habitualmente se lo ilustra con una larga barba blanca.

jueves, 2 de julio de 2009

CAMPANITA



Tinker Bell, en español conocida como Campanilla o Campanita, es un personaje ficticio en la obra de J.M. Barrie y la novela posterior Peter y Wendy, al igual que numerosas adaptaciones incluyendo el ampliamente conocido filme animado de Disney Peter Pan. En el libro y obra original, Campanilla es descrita como un hada común que arregla ollas y teteras, (definición de tinker en inglés), y a veces se refiere a ella simplemente como "Tink". Aunque a veces es malcriada y vengativa, otras veces es servicial y amable con Peter (por quien aparentemente tiene sentimientos románticos).

Los extremos en su personalidad son explicados en la historia por el hecho de que su tamaño de hada previene que tenga más de un sentimiento a la vez. Campanilla, como otras hadas en las obras de Barrie, puede hacer que otros vuelen espolvoreándoles polvo de hada.

Las hadas de Barrie dependen de la creencia y la fe de otros para sobrevivir. En una famosa escena ella está muriendo, pero sobrevive si otra gente cree en las hadas. En la obra los personajes les piden a los niños que están viendo que la mantengan con vida gritando "Yo creo en las hadas," y aplaudiendo, un ejemplo de interacción con el público. En la novela y la película del 2003, Peter llama a los niños dormidos del mundo de la historias para que crean en ella. Al final de la novela, cuando Peter regresa a la casa de los Darling después de un año en Nunca Jamás, se revela que Campanilla "no está más" ya que "las hadas no viven por mucho tiempo, pero son tan pequeñas que un rato corto les parece un buen rato." Peter la ha olvidado. Las adaptaciones en pantalla omiten esta escena.

miércoles, 27 de mayo de 2009

LOS DUENDES Y SAN PATRICIO



Los duendes y en especial los Leprechaun son parte de la simbología popular de esta festividad de San Patricio. Los antiguos relatos que de boca en boca han llegado a nuestros días, hablan que los duendes te visitarán por las noches, pellizcándote las piernas, si no luces algo de color verde el día de San Patricio.

El leprechaun, es el duende característico de Irlanda; su nombre que deriva de la palabra irlandesa luchorpan que significa “el cuerpo pequeño.” Un leprechaun es un hada que toma la apariencia de una miniatura de hombre viejo. Leprechauns son criaturas solitarias y se pasan su tiempo fabricando zapatos. Si caminas por los bosques de Irlanda, el Día de San Patricio y tienes la oportunidad de escuchar el sonido de un martillo, es por que hay un leprechaun trabajando.

Si logras capturarlo, tendrá la obligación de llevarte al escondite de las monedas de oro, mas, cuidado, por que son muy hábiles y si lo perdés de vista desaparecerá al instante.


Otra leyenda cuenta que San Patricio, tras haber fundado su primera iglesia, invitó a los paganos celtas a convertirse al cristianismo. Tras llevar a cabo varios milagros, la fe cristiana comenzó a ganar adeptos en Irlanda. Los druidas, siendo sacerdotes de los dioses paganos, vieron ésto con alarma. Se cuenta que invocaron una tropa de duendes y la enviaron a la iglesia con tal de hacer la vida imposible a San Patricio y a los desertores, ahora cristianos. Los feligreses comenzaron a quejarse que los duendes no los dejaban rezar y hacían un sin fin de desmanes en el templo, por lo que San Patricio decidió hacerles frente, sabiendo que era obra de los druidas. Una vez dentro del templo, les enfrentó con las siguientes palabras: "En nombre de Dios Todopoderoso yo los expulso, espíritus impuros", y fue así como San Patricio desterró a los duendes de la iglesia.

Es por eso que en Irlanda la imagen de San Patricio es muy utilizada para exorcismos de duendes y protección contra éstos, ya que los duendes no soportan la imagen del hombre que les desterró de la casa de Dios

lunes, 25 de mayo de 2009

hadas solitarias y sociables



Existen numerosas historias de seres humanos secuestrados en el “Reino de las Hadas”, especialmente bebés, niños, jóvenes niñas atractivas y músicos. En numerosos relatos folklóricos, cuando un bebé es arrebatado de su cuna se le atribuye está acción a un duende travieso.

Los duendes suelen ser criaturas atractivas, que mantienen amoríos con damas humanas. Sin embargo, se cree que los besos de estos duendes pueden resultar mortales. Muchas doncellas enfermaron y murieron después de ser amantes de duendes, especialmente durante el crepúsculo.

En las leyendas irlandesas, las hadas se casan con hombres humanos pero terminan regresando al mar, mientras que en las leyendas japonesas, los duendes se casan con sus prometidas y terminan robando la esencia vital de sus cónyuges. Los niños nacidos de estas uniones suelen ser criaturas solitarias, melancólicas y fantasiosas.

Algunos duendes son benévolos y otros, malignos. En las leyendas populares escocesas, los duendes buenos moran en el Seelie Court, mientras los duendes malos se congregan en el Unseelie Court, junto a la reina oscura Nicnivin.

Un antiguo mito escandinavo habla de los Liosálfar (Elfos de Luz), unas criaturas compasivas que moran en el reino celestial de Alfheim. Y de sus opuestos: los Döckálfar (Elfos Oscuros), que son seres de gran tamaño que viven en clandestinidad y son malévolos.

La grandiosa folklorista inglesa Katherine Briggs se inclinó por eludir las clasificaciones de hadas/duendes en “buenos” o “malos”. Prefirió catalogarlos como “solitarios” o “sociables”.

Ella notó que, en diferentes circunstancias, los duendes son capaces de robar niños tanto como de ser inofensivos o de tener una influencia beneficiosa, permitiendo el crecimiento de las flores o ayudando a los pastores a reunir el rebaño.

Las hadas y duendes solitarios son generalmente asociados a sitios seguros: un pantano, un lago, la corteza de un árbol o el sótano de una casa de familia. En cambio, las hadas y duendes sociables adoran cazar, organizar banquetes, bailar y cortejar a otros duendes o a seres humanos.

En los relatos británicos, franceses, italianos, escandinavos y alemanes predomina un tipo de duende “fiestero”, al que le gustan la juerga y los desfiles.

Otros folkloristas caracterizan a los duendes y hadas por el elemento de su ambiente natural, más que por su temperamento. Recordando a Paracelso, estarías relacionados con la tierra, el aire, el agua o el fuego.

Los duendes de la tierra son más frecuentes en las zonas de Coblynau (entre las colinas de Gales), en Gandharvas (India), Erdluitle (Italia del norte), Maanväki (Finlandia), Thrussers (Noruega), Marzalek (Polonia), Illes (Islandia), entre otras.

jueves, 21 de mayo de 2009

HADA DE LA EXPRESIÓN



Esta es el Hada que ayuda e interviene en las diferentes formas de expresión humana, por ejemplo: en la danza, estiliza la postura dando al cuerpo elongación y gracilidad de movimientos; en la cocina, abre y estimula la percepción de olores y sabores; en lo literario, descubre palabras efectivas y de significación poética para esclarecer un pensamiento; en el arte, afloja los dedos dando soltura a la pincelada o el trazo.

A los actores, les agita la sensibilidad y el poder histriónico. A los amantes, los ilumina e inspira al hacer el amor, a los místicos, los conecta profundamente con el sentir religioso permitiéndoles exponer su corazón a aquellos que los escuchan.

VIDEO: Celtic Music - Musica Celta - King of the Fairies

martes, 19 de mayo de 2009

DUENDES chullachaqui



Los conocía por cuentos de hadas, por caricaturas de libros de mitología, por raptos de la imaginación: de niño, solitario y fantasioso, tengo el recuerdo vagabundo de uno -siempre al costado de un árbol- con cuello de boxeador, orejas de luchador, cabeza reducida y orquídeas en las rodillas... que me instruía en el idioma de los perros; hasta que se esfumó cuando debí partir a las jaulas del colegio. Veinte años después, regresando de un viaje a Choquequirao, tras once horas de caminata, volví a ver uno como un fastuoso gorgojo: un duende de ojos aviesos, primitivo como un dragón de Komodo, pero huidizo y plomizo como un conejo de la suerte.

Aquel fue uno de los destinos -esta palabra es precísima- que más he amado. Llegar a Choquequirao, el santuario de los incas de la resistencia, entre el Cusco y Abancay, fue demoledor. Aunque una vez allí, la recóndita pócima que experimenté es inenarrable: es tan grande y embelesador como Machu Picchu, con la ventaja de que todavía no ha sido explorado del todo, llegan pocas personas y la magia esta a flor de luna.

Pero como las jaulas siempre llaman de vuelta -esta vez las del trabajo- no me pude quedar a vivir. El camino de regreso se me hizo sencillo, abstraído, extasiado y solo con mi fiel mochila. Por eso, no me alegré mucho cuando el último arriero que vi me dijo que solo faltaba media hora para llegar a Cachora, el primer pueblo luego de tres días entre las fuerzas de la naturaleza. Pasaron algunos minutos y en un recodo con una piedra en medio, miré de repente al duende por un cuarto de minuto. No me sobresalté, retrocedí a cuando tenía 5 años y solo reí y reí...

Los duendes juegan, construyen y destruyen las cosas, caminos y sosiegos en todas las tradiciones del mundo, sin excepción: aunque su imagen más popular provenga de la antigüedad celta y escandinava. Pero por mitología comparada se sabe que han existido y coexistido en las cosmovisiones egipcias, hindúes, chinas, africanas; con distintos nombres, pero en esencia con el mismo 'espíritu de cuerpo'.

Son parte de los llamados seres elementales de la naturaleza como las hadas y los elfos; pero asociados a la tierra, a los ambientes naturales apartados, las cuevas, las minas y casas por las que sienten apego. Uno puede verlos en estados ampliados de conciencia (ellos pueden traspasar dimensiones y manejar la magia feérica), con la sensibilidad que brinda la meditación, la pureza de un niño o ciertas facultades que están latentes en todos nosotros, pero que obturamos por la racionalidad que nos imponen desde pequeños.

Pueden ser peligrosos (es la justa razón por la que no son accesibles) y se cuenta de brujos que tienen tratos con los más maléficos y caóticos. Hay que recordar, sin embargo, que en el orden de la creación los hombres estamos por encima y pactar con sus poderes sería como alquilar el alma a un diablillo. (Una vez vi a un seudochamán de sampedro poseído por uno y huyendo; con este asunto no se puede jugar y menos con plantas psicoactivas). Es mejor ser un "buen vecino" con ellos.

En el Perú los duendes más famosos son el selvático chullachaqui, que tiene los pies al revés y que extravía en lo orondo de la selva a los desafortunados, y el minero muqui, que en los socavones de la sierra central tiene un pene como cobra y sus heces son oro en duro; y que recuerda a los koboldes, los enanos mineros germánicos y a los knockers, los diminutos mineros de Gran Bretaña con sus picos áureos.

El duende que vi hace dos años en Choquequirao estaba descalzo, tenía un color venoso, el ombligo salido como una fosa nasal, los cabellos como garras y las manos de ardilla. Y yo solo reía recordando mi niñez cuando desapareció y seguí caminando, pensando en que nadie me iba a creer. Reí una hora entera, media hora más... cuando ya caminaba dos horas y media mi boca estaba entumecida. Media hora más tarde encontré a un hombre en mula y le grité: "Señor, me dijeron que solo faltaba media hora para Cachora y ya llevo caminando tres...". Hizo un rictus indiferente: "Cachora está a tu espalda, te estás regresando a Choquequirao".
Con el tiempo he tenido efímeros contactos con duendes buenos y con otros intermedios.

Ahora último llegué hasta la inhóspita Laguna de los Cóndores, en Chachapoyas, y a mitad de la congelante madrugada escuché una voz de cálida mujer que decía mi nombre con valiente amor. Pero antes de que me hipnotizara, el guía ya había salido a advertirme: "Es una ave que imita la voz de un ser querido o de quien tú más desees y te hace perderte en el bosque de niebla". Los colonos llamaban a esa ave: el duende.

lunes, 18 de mayo de 2009

HOROSCOPO DE LAS HADAS: CÁNCER




HADA NUBYH


Para un verdadero Cáncer, el amor tiene mucho que ver con seguridad. El Hada que rige este signo es NUBYH, es muy potente en otorgar la sabiduría, el empuje y la facilidad de palabra en todos los ámbitos de la vida. Además, tiene mucha relación con afecto, bondad y simpatía. Y por supuesto, tiene relación con la madre. Cáncer es capaz de sentir la intensa pasión de un Escorpio, pero es un signo muy vulnerable y tiende a ser un signo que discierne acerca de dónde debe ser expresada. Muy lento para comprometerse, porque la confianza es algo absolutamente importante para los signos de agua.

Inicialmente, las personas enamoradas tienden a comportarse de una manera similar. Pero si un Cáncer se envuelve en una relación real, el mito de la madre empieza a aparecer. Esto puede significar que necesitan una figura maternal o igualmente que ellos adoptan el papel maternal. Muestra tu dolor, tu debilidad, tu necesidad y te habrás ganado a un Cáncer. Tu fuerza le interesará mucho menos.

No esperes que todo se diga, tendrás que aprender el lenguaje de las señales. Si está malhumorado y resentido, significa que se siente rechazado; si está gimoteando, significa que tiene pena por sí mismo; si está refunfuñando significa que necesita sentirse apreciado; y así, sigue la lista. Trata de confrontar un tema y el cangre-jito se te escapará. Usualmente no entiende qué está ocurriendo. Es sólo uno de sus estados de ánimo.

Tienden a ser leales en sus relaciones. Esto es porque la seguridad es importante. Pero para que sea leal le toma bastante tiempo. Son notorios manteniendo su hogar como base y coleccionando experiencias en el camino. Por el otro lado, si está suficientemente seguro, sabrá exactamente cuáles son sus prioridades. Nada que ponga en vilo su seguridad debe estar cerca.

El divorcio es una experiencia aterradora para ellos. Muchos no se comprometerán para no tener que pasar por la experiencia dolorosa de la separación. Alguna ruptura en el hogar es un trauma. Ninguna separación es fácil para ellos, hasta si han esperado larga-mente por su libertad. Cualquier descarga emocional, desinterés sexual o impotencia, es la manera que tiene para expresar: "Lárgate de aquí". Primero la confrontación es muy dolorosa. Segundo le aterrorizan las opiniones de los demás. Cáncer prefiere quedarse quieto y progresivamente ir cambiando a insoportable hasta que tú seas quien lo expulse. Entonces, no se sentirá culpable.

No toma mucho acabar con una relación, atraparlo en sus sentimientos, ser insensible y frío, destruir sus sueños, esperar que sea fuerte cuando su verdadera fuerza está en su camuflaje y su tenacidad. Traición y lealtad son conceptos muy profundos para los signos de agua. Racionalmente te perdonarán, emocionalmente, nunca.

La necesidad de tener raíces y seguridad le dan una sensación de continuidad. Es muy fácil amar a un Cáncer por su gentiliza, sensibilidad, imaginación, sutileza y su arrojo particular al sentir que su amor corre peligro. Pero es muy difícil soportar los cambios de ánimo y el innato egocentrismo del niño que está eternamente presente en este signo. Sea cualquier papel que tome, de madre o de niño, o ambos, necesita constantemente la presencia del afecto y convicción.

Si eres una de esas personas un poco frías y que se cuida al dar afecto, especialmente si no es correspondido debido al estado de ánimo, aléjate. El Hada te dice que si tienes un corazón cálido y entiendes cómo es la vida desde la perspectiva de este frágil y soñador cangrejo, te sorprenderás. Es magnánimo al ofrecer en sus relaciones su profundo instinto para entender la naturaleza humana y su dolor. Y esto no se encuentra fácilmente.

Estrellas de color verde para ti.

viernes, 15 de mayo de 2009

El vigilante de los elfos



Cuando los Elfos llegaron a la Tierra desde sus inexpugnables moradas, acostumbraron a habitar en medio de los bosques vírgenes. Trataron por todos los medios de mantener alejada a la Gente Grande de allí, y para ello utilizaron a Vigilantes, seres humanos sometidos a los Elfos por poderosos encantamientos. Cuando un ser humano entraba en sus posesiones, los Vigilantes daban aviso a los Elfos y estos, la mayor parte de las veces, los sometían a tormentos despiadados hasta que morían. Sólo los poetas y los soñadores podían tener alguna posibilidad de salvarse de las maldiciones élficas, aunque poco les duraba la suerte si caían en manos de los Vigilantes, celosos de su fortuna y condenados a no poder huir de los Elfos.

Esta es la historia que se cuenta en las cabañas de Irlanda sobre un Vigilante de los Elfos que consiguió escapar:

La princesa Juana vivía en su castillo cercano a los bosques de Carterbaugh, pero el celo de su padre el rey la obligaba a sufrir una clausura más propia de monjas que de muchachas de su edad. Por eso, el día que halló unas piedras derrumbadas en la vieja tapia que rodeaba el huerto no se lo pensó dos veces, se arremangó las faldas y pasó por la oquedad hacia el horizonte verde poblado de árboles que se extendía ante ella. Corrió durante más de media hora, sin atreverse a volver la mirada, temiendo ver a los guardianes persiguiéndola a caballo. Pero esas eran imaginaciones suyas. En realidad los guardianes tenían otras cosas más importantes de las que ocuparse, pues el rey había convocado un importante consejo ante la inminencia de unas violentas revueltas en la comarca.

La princesa Juana se dio cuenta de que se hallaba en el interior de un bosque cuando empezaron a escocerle los arañazos de sus manos y de su rostro. De repente, el sol que lucía al salir del castillo había desaparecido bajo la sombra de los imponentes árboles y de sus apretadas copas. No había sendero para sus pies doloridos, ni banco para reposar, pero nada de eso importaba: la libertad era la libertad. Entrevió un rayo dorado que hendía la húmeda atmósfera entre los troncos grises y las enmarañadas ramas. Se dirigió hacia allí, dejando más retazos de sus prendas enganchados a las zarzas. El sol había conseguido colarse e iluminaba una pequeña pradera con flores azules y violetas. Aquello sí que era belleza y no el ordenado jardín de tulipanes del castillo. Se recostó la princesa, luego, riendo, como una niña, se revolcó sobre la hierba húmeda, y, al fin, se sentó, feliz y risueña. No pudo resistir la tentación de arrancar las flores de tallo más largo, pero se detuvo en seco al escuchar un ruido tras de sí, entre los árboles. El corazón comenzó a latirle deprisa. Escrutó con la mirada todo a su alrededor sin distinguir nada anormal, salvo ramas, hojas y troncos; sombras y luces; crujidos y aleteos; lo normal, se dijo, en un bosque como éste. Pero la voz que escuchó no la esperaba, y le hizo dar un respingo:

Siento deciros que debéis abandonar este lugar cuanto antes, Milady.De un árbol se descolgó un joven, que fue a parar delante mismo de ella. La princesa se puso rápidamente en pie, tratando de recuperar por todos los medios la dignidad perdida.
-¿Y quién me lo ordena, señor?¿Quién osa a decirle lo que tiene que hacer la hija del rey en sus dominios?
-Milady, estos dominios son libres, y por ser libres, pertenecen en exclusiva a los Elfos. Que yo sepa, nadie os ha dado permiso para arrancar esas flores, por muy hija de rey que os considereis.

El joven contestó con arrogancia y con una pizca de furor contenido. Pero todo su aplomo se vino abajo cuando la princesa siguió diciendo:

Mis excusas, entonces, por mi ignorancia. Apenas he salido más allá de los límites de la muralla de mi castillo y no conozco las antiguas costumbres más que lo que cuentan las comadres junto al fuego. Si os he molestado...- y terminó inclinando la cabeza.
-Perdonadme a mí, por mi brusquedad...
-dijo entonces el hombre, mostrando un pesar real, desarmado ante la sencillez de la dama, y deslumbrado por su belleza
- Mi nombre es Tam, y mi trabajo es alejar a los humanos de este bosque, pues soy un Vigilante de los Elfos. Yo debería ahora dar el aviso y apresaros para someteros a su voluntad, mas no temáis, bella dama, que no lo haré. Antes bien, os acompañaré hasta los lindes de Carterbaugh, si aceptáis mi humilde compañía.
-No sólo la acepto, Sire, sino que me agradaría gozar de vuestro acompañamiento por más tiempo, y desearía que aceptárais la hospitalidad del rey y la mía propia, y viniérais a alojaros al castillo.
-Mi Señora... eso no es posible, los Elfos, mis amos, nunca lo consentirían. Estoy condenado a permanecer aquí siempre, salvo que ocurriera algo muy especial que ni soñar puedo.
-Por favor, Sire, decídme qué es necesario para ello, ¿necesitáis riquezas con las que comprar vuestra libertad?¿armas acaso? ¡Decídmelo presto y haré que os lo consigan!

El joven la miró con ojos arrobados, se acercó a ella y la tomó de la mano, haciendo un gesto para acomodarse juntos sobre la hierba.

-Milady, vivo aquí escondido desde muy niño. Soy hijo único y ya he perdido toda mi esperanza de volver a ver con vida a mi padre ni a mi madre. Cuando cumplí doce años insistí para que me dejaran participar en una cacería, a pesar de la oposición inicial de mi padre. Lo logré y a duras penas aguanté unos minutos con el grupo a caballo. Mi inexperiencia, unida a mi arrogancia, me llevaron a perderme por el bosque malmontado en mi cabalgadura. Oscurecía, se levantaba el fuerte viento del norte, no notaba ya las manos desnudas y pronto un calambre me hizo caer de la montura. El caballo huyó relinchando de miedo. Eso es lo último que recuerdo. Cuando desperté me di cuenta de que estaba en posesión de los Elfos. Ellos me criaron y me obligaron a hacer la promesa que desde entonces me ata a su servicio.

El sol que antes iluminaba el claro se había ido apagando. La luz era ahora rojiza. Las flores se habían cerrado sobre sí mismas, esperando la noche.

-Dentro de una horas, Milady, los Elfos, encabezados por su Reina, organizarán una cabalgata para ir a celebrar la Fiesta del Solsticio. Si antes de que amanezca sigo con ellos, estaré definitivamente condenado, sometido a ellos de por vida. Sólo hay una posibilidad, pero es tan pequeña que no merece la pena que os apesadumbre más con mis cuitas, mi Señora, por favor, acompañadme, salgamos de aquí, antes de que caiga la noche.

El joven se levantó con gesto decidido, pero Juana le cogió de la mano y le obligó a seguir sentado junto a ella.

-Confiad en mí, Tam. Una corazonada me dice que nuestro encuentro no ha sido fortuito. Decídme, por lo que más queráis, cuál es esa esperanza de la que habláis, y no me ocultéis nada como me parece que hacéis, quizá pensando que de esa forma me protegéis. Antes al contrario, si no os puedo ayudar, permaneceré aquí hasta que lleguen ellos, y, oídme bien, estoy dispuesta incluso a convencer a la mísmisima Reina de los Elfos de que os libere. Así que, ¡hablad presto, Sire!

La determinación parecía tan firme, su apostura era tan regia, que el joven Tam acabó por ceder, e inclusó llegó a recuperar un atisbo de confianza en la posibilidad de salir de allí.

-Está bien, mi Señora, creo que podemos intentarlo. Escuchad atentamente porque deberéis hacer todo exactamente como os lo diga, de no hacerlo así las consecuencias serían terribles, y no llego a imaginar de qué sería capaz la Reina élfica con una princesa humana bajo su poder... Recordad que nos encontraremos frente a poderes muy antiguos, no hablamos de fuerza ni de inteligencia, así que no tratéis de usar ni la una ni la otra. Ante los Elfos no sirve de nada preguntarnos la razón de lo que vemos, sencillamente lo vemos, sucede y ya está. Y debo preveniros de que os vais a enfrentar a sucesos horripilantes, pero deberéis soportar todas las visiones sin ceder en nada, sin flaquear ni un sólo instante. Pensad que el sufrimiento es tal sólo cuando lo reconocemos así ¿Estáis dispuesta a pesar de todo?

La joven tan sólo pudo asentir con la cabeza, notaba un nudo en el estómago, la lengua paralizada y la boca seca.

-Como os decía antes, esta noche la Reina y su Corte de Elfos pasarán por la encrucijada que hay en el centro del bosque. Irán de camino hacia el castillo en ruinas, donde acude todo el Pueblo de las Hadas a celebrar el Solsticio. Deberéis estar allí, en el cruce mismo, escondida. Veréis a la Reina en cabeza, montada en su caballo y seguida de cerca por un grupo de jinetes. Detrás marchará otro grupo que dejaréis pasar. Por último, yo cabalgaré con los del tercer grupo. Me reconoceréis por mi montura, que será blanca, y por una cinta dorada con la que ceñiré mi cabello. Acercaos entonces, sin mirar atrás, tomad las riendas de mi caballo y detenedlo. Yo me deslizaré de la silla y vos me tomaréis entre vuestros brazos. No me dejéis fuera de vuestro abrazo pase lo que pase, y sobre todo, por lo que más queráis, no habléis, no abráis vuestros labios por muchas visiones terroríficas que contempléis. Porque si eso sucede... Dios no lo quiera, sólo una palabra, y todo resultaría en vano, la desgracia caería sobre vos y sobre mí.

La princesa asentía continuamente, y trataba de dibujar una débil sonrisa que ocultara el temor que sentía en ese momento. Se levantaron y esta vez fue Tam el que cogió su mano y la acercó a sus labios:

-Y ahora debo marcharme. Confío en Vos, mi Señora, si algo saliera mal, con mi vida defenderé la vuestra, no lo dudéis. Y cuando salgamos de aquí, os lo juro por la memoria de mi padre y por esta su espada, seré vuestro esclavo y vuestro paladín.

Dicho esto, echó a correr y desapareció entre los árboles enseguida. La princesa se dió cuenta entonces de que la noche ya se había cerrado sobre el bosque, oscuridad sobre oscuridad, y se apresuró a buscar el camino que la conduciría a la encrucijada. No fue muy difícil, después de unos instantes de aturdimiento. El estrecho sendero pelado, sin hierba, resaltaba por su claridad sobre el resto de la maleza, y lo siguió, hasta llegar enseguida a otro lugar abierto, donde confluían los demás caminos. Allí, detrás de un matorral se escondió, dispuesta a esperar a la Cabalgata de los Elfos, tratando de acallar el ritmo desesperado de su corazón.

No pudo saber cuánto tiempo pasó. Un ruido como de hojas arrastradas por el viento la sacó de su ensimismamiento. Por el camino de su izquierda los árboles parecían moverse. Unas sombras se fueron haciendo cada vez más consistentes. Alguien vestido de un blanco deslumbrante, visible aún en medio de la negrura de la noche, como una fosforescencia venida de otros mundos, apareció ante sus ojos. Se trataba de la imponente figura de la Reina de los Elfos, ataviada con gasas de suaves colores luminiscentes, tan claros que parecían blancos. Sobre su rostro brillaban, fríos, dos ojos verdes como fuegos fatuos. Montaba a la antigua usanza inglesa, a la dama, sobre un soberbio ejemplar negro, tan oscuro que parecía cabalgar sobre el vacío del firmamento. Al pasar a su lado, la princesa se echó a temblar, porque en ese momento la Reina élfica bajó la cabeza un instante, hacia el matorral que le servía de escondite. Afortunadamente, un caballero se adelantó unos pasos colocándose entre ella y la reina, y siguieron su camino. Detrás, el grupo estaba formado por una veintena de elfos y elfas, se oían canciones lejanas y música de laúd y arpa. Pero Juana observó con gran extrañeza que las pisadas de los cascos de los enormes caballos, todos negros, no hacían ningún ruido. Al cabo de un rato que a la muchacha le pareció muy breve, apareció el segundo grupo de jinetes, con los caballos animados en un lento trotecillo. Este grupo resultaba mucho más curioso que el anterior. Supuso que se trataba de los guerreros elfos, pues iban vestidos con armaduras que despedían destellos verdes, como si la luz saliera del mismo metal bruñido. Espadas y lanzas, escudos y jabalinas refulgían como estrellas de plata. Algunos lucían yelmos coronados por impresionantes penachos, plumas flamígeras y cabezas de dragones y murciélagos. Otros llevaban los joviales rostros descubiertos y sus dientes también brillaban con una extraña blancura fosforescente. Los caballeros élficos gritaban y reían a carcajadas, y con ellos cabalgaban tanto en sus propios caballos como a las grupas de los de los hombres, hermosas damas ataviadas con vaporosos vestidos de cortesanas. En torno a ellos, por debajo de las largas patas de los caballos, sujetos a las crines y a las colas, dando brincos circenses, una tropa de hombrecillos grotescamente ataviados correteaba de aquí para allá, parloteando incomprensibles jerigonzas con voz chillona, cantando y soplando flautas de todos los tamaños y formas. Cuando desaparecieron por el recodo del camino que se internaba otra vez en el bosque, el silencio parecía sepulcral después de tal algarabía. Los minutos se alargaron ahora. El tiempo no avanzaba, y Juana comenzó a sospechar que todo había acabado, y ella había sido objeto de las bromas de los Elfos, incluido el hombre que dijo llamarse Tam. A punto estaba de levantarse cuando escuchó, esta vez claramente, el sonido de los cascos de los caballos. Pero en esta ocasión no eran elfos, sino seres de carne y hueso, a juzgar por el profundo retumbar de las pisadas de las bestias. Apareció por fin el tercer grupo, formado en su totalidad por hombres con los rostros al descubierto, serios, tristes y absolutamente silenciosos. Los caballos eran de distinta pelambre, y entre todos ellos destacaba un animal blanco montado por Tam, quien, como prometió, lucía en su frente una banda dorada. Haciendo acopio de valor, Juana salió de su escondite y se dirigió con paso decidido hacia el corcel blanco. Tuvo que esquivar a varios caballos, y ninguno de los jinetes parecía ver lo que sucedía delante de él. Tampoco Tam la miró cuando se puso a andar a su lado, antes de coger las riendas. Luego tiró de la brida y el animal, piafando nervioso, se detuvo. Tam parpadeó un momento, como si despertara de un sueño, levantó la pierna contraria por encima del lomo del caballo, y se deslizó a este lado hacia el suelo, yendo a parar, de pie, entre los brazos de Juana. ¿Tan sencillo había sido? -se preguntó la muchacha- ¿ya había terminado todo?

Entonces, un viento de tempestad se levantó al instante, el aire se puso a silbar como mil serpientes al unísono, y las copas de los árboles se azotaron unas a otras, provocando un estruendo enorme, a la par que los rayos chasqueaban sobre ellos y los truenos retumbaban ensordecedores. Como surgido de la misma noche, un enorme potro negro pareció volar hasta donde estaban la princesa y el vigilante. Los belfos de la bestia lanzaban espumarrajos, sus relinchos destrozaban los tímpanos y sus cascos brillaban como si estubieran envueltos en metal. Montada a horcajadas sobre la inmensa cabalgadura, la Reina de los Elfos reía y gritaba con voces de locura, y su mirada era capaz de helar a quien la contemplara. Hizo corcovear al cuadrúpedo infernal y ponerse de manos a un palmo de la cara anonadada de Juana, pero la muchacha consiguió dominar el miedo, o quizá el miedo la atenazaba en su sitio ante la visión demoníaca de la Elfa. Cuando creía que iba a volverse loca, algo frío y pringoso se movió entre sus brazos, y el horror se quintuplicó: ¡Tam había desaparecido y en su lugar un lagarto gigantesco se debatía por escapar, arañándole y rozándole con la lengua bífida! Apenas pudo reprimir la naúsea, y tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no soltar a ese aborto de dragón en que se había convertido el joven. Pero no acabó allí el pánico, lo que vino después fue peor. El lagarto perdió sus patas y alargó su cuerpo. Se transformó en una interminable serpiente verdeamarillenta, de escamas brillantes, que le atenazó la cintura y las piernas con sus anillos, con la intención de ahogarla para clavarle los dos afilados colmillos venenosos que en ese momento lucía ante los ojos desorbitados de la infeliz dama. Nada parecía ya capaz de superar tal pavor, cuando la serpiente desapareció y, en su lugar, encima de los brazos desnudos de Juana, comenzó a arder un gran pedazo de carbón al rojo vivo, llagándole la piel abrasada. Temblando por el tremendo esfuerzo, la pobre muchacha aún consiguió aguantar el dolor el tiempo suficiente para que las lágrimas que caían abundantes de sus ojos fueran apagando con un siseo la turba, mientras se oía la voz estridente de la Reina de los Elfos:

-Está bien, lo habéis conseguido. Habéis logrado vencer a la Reina de los Elfos. He cometido un error que nunca volveré a cometer: he infravalorado tu valor, el valor de una mujer humana. La verguenza y el orgullo herido son ahora mi penitencia, por encima de mi odio y mi afán de venganza. Pero huid, rápido, marchad lejos de aquí. El deseo de volver a encontraros dentro de mis dominios mantendrá mi ira encendida, y si tal ocurre, si volvemos a encontrarnos, creedme que no se habrá visto hasta entonces una venganza igual ni en este mundo ni en los otros.

El caballo negro se encabritó una vez más, una llamarada verde iluminó los ojos de la Reina élfica, y los árboles parecieron abrirse como una cortina que engulló a la oscura aparición.

Al cabo de un tiempo, por un extremo del bosque de Carterbaugh, salieron un hombre y una mujer. Caminaban a duras penas, apoyándose el uno en la otra, en dirección al castillo cercano, cuando una tropa de soldados les dió el alto. Los hombres armados tardaron más de diez minutos en convencerse de que aquella joven vestida con harapos, de rostro demacrado, ojos enrojecidos, mechones blancos en el cabello y mirada demente, decía la verdad cuando se presentó como la Princesa Juana. Al cabo de muchos años, todos en la comarca la recordaron como la Princesa que venció a la Reina de los Elfos.

Y así ha llegado la leyenda hasta nosotros, y así permanecerá, sea con estas u otras palabras. Si peligrosos son algunos bosques, también el fondo de los lagos de las montañas pirenaicas encierra terribles misterios. Escuchad ...