miércoles, 29 de abril de 2009

HADAS CISNE, PARTE 1



"Doncellas cisne, hadas de los estanques,
sutiles y tímidas bailarinas nocturnas,
de mantos emplumados que las dan al vuelo,
mensajeras de las estrellas lejanas"...

Las doncellas cisne son, de entre las hadas, las más tímidas y virtuosas, melancólicas y virginales. Rubias y esbeltas, de cabellos largos y ropajes blancos, que visten un manto de plumas de cisne, se transforman en la más elegante de las aves.

Hay quien dice que los cisnes son heraldos de las estrellas, está escrito el porvenir del mundo las hadas cisne, al ser heraldos de las estrellas, son portadoras de las palabras secretas del cosmos para renovar la suerte de los hombres desatando los augurios y predestinaciones previas de las normas, arpías o hadas madrinas.

Descienden sobre los estanques, en las noches de luna llena y danzan sobre su superficie, que calma y oscura refleja las estrellas del cielo, donde está escrito el porvenir; y las doncellas cisne nadan en el espejo del cielo, y en el reflejo del cosmos tocan con su danza las estrellas que ciñen el destino de una persona, escribiendo sobre las ondas la libertad de esa alma para nuevos y mejores augurios.

Cuando terminan de bailar, se despojan de su manto de plumas blancas (que tienen tantas plumas como constelaciones y en ellas están contenidos sus poderes). Y nadan desnudas en el agua, hasta poco antes del alba, lavándose de sus trabajos y memorias, olvidando por completo los hechos y destinos de aquella alma para la que bailan.

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